Crecí programada por mis padres
hasta cierta edad, ellos me brindaron además de la educación escolar de Kinder
a Universidad, un sin número de valores y creencias que definieron mi personalidad
y forma de ser, pero fue hasta el momento en el cual alcancé mi edad adulta que
pude decidir cuáles de esas creencias me quedaría y con cuáles no.
Una de las primeras creencias que tuve que borrar de mi mente, por salud y para poder ser feliz, era que el matrimonio dura para siempre en “todos los casos”, como ya te he contado en otros artículos, me casé por primera vez a los 21 años, por razones que no son motivo de este artículo y que posiblemente alguna vez les comparta, ese matrimonio no funcionó y al provenir de una familia católica (muy católica, tan católica que tengo, orgullosamente, una hermana religiosa, su nombre es Karla y ella es una mujer excepcional que ha seguido su misión en la vida a quien yo respeto enormemente por tener muy clara su misión al servicio de los demás). Bueno supongo ya te diste una idea de que tan católica era mi familia, así que cuando yo llegué con la noticia de que me divorciaría fue algo muy difícil de entender para mis padres, para mi familia y para mi comunidad, por supuesto que para todos era difícil pero mucho más lo era para mí; quien ha vivido una situación similar, sabe que es todo un proceso, largo y complejo, el entender que hay relaciones que simplemente no funcionan y que no tienen por qué funcionar a la fuerza, puesto que no hay ya la empatía suficiente para que esto funcione.
En ese momento no lo entiendes, no te queda claro porque tuviste que vivir una lección tan fuerte que sin duda te prepara para lo que está por venir, sin duda una vez que te separas de “el qué dirán” con respecto a tu vida, lo demás se te da más fácil, y así sucedió después al ser mamá soltera, al volverme a casar y al decirme a emprender, nada de lo que pensará la gente me importaba no porque no tuviera valor para mí, sino porque yo tenía claro el ¿por qué? de mis acciones y hacía donde me dirigía al tomarlas, había practicado lo suficiente para que sólo lo que yo pensaba de mi era lo importante, había desarrollado fuertemente ese hábito de toma de decisiones.
Esto lo menciono porque es un claro ejemplo de que no importa lo que hayas aprendido en casa, en la vida tienes que moldearte tú misma para salir adelante y luchar por tus sueños, el cambiar de hábitos te hará transformarte en la versión que tú quieras para ti misma y cuando digo que puedes transformarte en lo que tú quieras, así es literalmente en cualquier versión que tú quieras, es realmente poderoso. Tus hábitos te definen, no tus circunstancias, ni donde naciste, ni tus padres y lo que te enseñaron o como te trataron o cualquier otra persona ajena a ti. Hoy te comparto algunos de los hábitos en los que yo he trabajado en estos últimos años:
·
La lectura, sin duda ese es uno en los que más invierto tiempo, inicié con audiolibros uno o dos a la semana y esto se intensificó al entrar en un club de lectura en donde leemos 1 libro a la semana, te recomiendo ampliamente este hábito que te llevará a obtener conocimiento de cualquier tema que a ti te interese, el valor enorme que yo encuentro en los libros es que puedes aprender de otras personas que han plasmado en un libro muchas de sus experiencias, y de sus aprendizajes, la mayoría de ellos exitosos, recuerda que el tiempo es un recurso no renovable y que nuestro tiempo en esta vida es limitado por lo tanto si te das la oportunidad de asomarte a las vidas de otras personas conocerlas y aprender de ellos no vivirás una sola vida sino muchas, más todas las que tú quieras y podrás enriquecerte de cada una de ellas, comienza por leer mínimo 10 o 20 minutos al día, pronto descubrirás que el musculo estará fortaleciéndose y te pedirá más, hoy en día es muy fácil encontrar libros en la red, y te recomiendo ampliamente unirte a un club de lectura en el que además de tener tu propia opinión del libro y del autor, podrás compartirla con otras personas y eso te enriquecerá aún más.
La lectura, sin duda ese es uno en los que más invierto tiempo, inicié con audiolibros uno o dos a la semana y esto se intensificó al entrar en un club de lectura en donde leemos 1 libro a la semana, te recomiendo ampliamente este hábito que te llevará a obtener conocimiento de cualquier tema que a ti te interese, el valor enorme que yo encuentro en los libros es que puedes aprender de otras personas que han plasmado en un libro muchas de sus experiencias, y de sus aprendizajes, la mayoría de ellos exitosos, recuerda que el tiempo es un recurso no renovable y que nuestro tiempo en esta vida es limitado por lo tanto si te das la oportunidad de asomarte a las vidas de otras personas conocerlas y aprender de ellos no vivirás una sola vida sino muchas, más todas las que tú quieras y podrás enriquecerte de cada una de ellas, comienza por leer mínimo 10 o 20 minutos al día, pronto descubrirás que el musculo estará fortaleciéndose y te pedirá más, hoy en día es muy fácil encontrar libros en la red, y te recomiendo ampliamente unirte a un club de lectura en el que además de tener tu propia opinión del libro y del autor, podrás compartirla con otras personas y eso te enriquecerá aún más.
· Ser proactiva, confieso que este hábito ya lo
tenía quizá desde muy pequeña, pero hoy lo trabajo aún más, no esperes a que
alguien más te diga que hacer o cómo actuar, tampoco esperes a que alguien más
te motive para hacer lo que tú deseas hacer o lo que tú en el fondo sabes que
debe hacerse, o peor no esperes a que alguien más decida por ti y defina tu
futuro, se la primera en responder y hacer caso a tu
intuición, a esa voz interior que te dice que este es el camino que tienes que
tomar o que tienes que llamar a esa persona con la que no has hablado en meses,
es algo que sin duda te traerá beneficios importantes, siempre opta por la
acción. Las personas que llegan a ocupar los mejores cargos o tener las
empresas más grandes son aquellas que se dedican a actuar y que toman la
iniciativa, que en cualquier problema ven soluciones, conviértete en una de
esas personas, practica con todo, desde las decisiones más pequeñas, aquellas
que se tienen que tomar en casa, en el día a día, o con tus amigos, hasta
llegar a las de tu empresa.
· Ser agradecida, mi papá desde pequeña al iniciar
el día nos ponía a hacer una oración como signo de agradecimiento por el día
que iniciaba, por supuesto que por obediencia yo lo hacía pero había días que
yo no encontraba sentido a eso e incluso me molestaba. A través de este camino
como emprendedora me he dado cuenta que el ser agradecido multiplica las
bendiciones en tu vida. Te recomiendo el libro de “La Magia” de Rhonda Byrne, a
través de él descubrirás que ya eres millonaria y que estás llena de
bendiciones desde tu salud, tus amigos, tu trabajo, tu familia, tus clientes,
tus productos, tus lecciones y todo, absolutamente todo, lo que te rodea y el
mejor ejercicio que puedes hacer para multiplicar esto es practicando el hábito
de ser agradecida, el agradecimiento es el hilo conductor que te llevará a
tener mucho más de todo con lo que ya has sido bendecida.
· Gobernar el pensamiento, este hábito no lo tenía
para nada, yo pasaba por la vida sin alguna planeación previa, recuerdo que
salía de mi casa (su casa) pensando bueno veamos que pasa el día de hoy, en el momento en que te das cuenta que tú
eres el creador de tu vida y que puedes planear incluso crear cada momento de
tus días, desde la noche anterior, te das cuenta que nada “te pasa” tú lo
creas, en un ejemplo pequeño piensa cuando dices “no puedo”, “es muy difícil”, “esto es imposible” y así será. Desde el momento que así lo piensas y peor
así lo declaras con tus palabras, ya está hecho y literal no podrás, te será
difícil o te será imposible, hasta que pienses lo contrario, todo lo que tienes
a tu alrededor primero fue un pensamiento, piensa en tu pareja actual, en el
coche que conduces, en el trabajo que tienes, todo absolutamente todo antes de
ser real fue un pensamiento, el estar al cuidado de lo que creas con tus
pensamientos sin duda te da el timón del barco, por lo que te recomiendo elegir
muy bien tus pensamientos.
Estos son sólo algunos de los
hábitos que en mi camino como emprendedora me han llevado a potencializar mis
resultados, por supuesto que hay muchos más que seguramente estaremos
comentando en un futuro lo importante aquí es saber que Tú eres la creadora de
tus resultados en cada momento y si los resultados no son los que esperas, este
es el momento de echar un vistazo a los hábitos que los han generado y
modificarlos.
Gracias por compartirnos estos consejos. ¡A ponerlos en práctica!
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